Sábado previo a la Pascua—2015

Significado del día cuatro & la crucifixión

Fred R. Coulter—28 marzo, 2015

www.IglesiaDeDiosCristianaYBiblica.org

 

¡Saludos a todos, y bienvenidos a los servicios de sábado! Hoy es el sábado previo a la Pascua de este año—la cual se celebrará la noche del jueves 2 de abril. La Noche para ser Muy Observada será la del viernes 3 de abril, seguida por la parte clara del Día Santo el sábado 4 de abril.

 

Es interesante que este año haya caído así porque al contar para Pentecostés, a todos nos salen las cuentas excepto a aquellos que no creen que la Pascua es un día de panes sin levadura ¡Porque lo es! Por lo tanto, el primer día del conteo para Pentecostés comienza el 5 de abril… y el último día de Panes Sin Levadura cae en viernes.

 

Es por eso que Pentecostés va a caer el día 24 de mayo, significando que el conteo de los judíos este año va a ser el correcto. También los católicos y los protestantes van tener la fecha correcta, porque ellos lo cuentan igual que los judíos.

 

Así que en el Sábado previo a la Pascua, quiero que entendamos el enfoque de la Biblia—en sus 49 libros—respecto al día cuatro, el Día de la Pascua, y la muerte de Jesucristo. 

 

Esto es muy interesante, pero también muy poderoso. De hecho, Jesucristo como el Señor Dios del Antiguo Testamento—el creador de Adán y Eva—dio la primera profecía sobre Sí mismo justo después de que ellos pecaran. Esto fue hace casi seis mil años, y la razón por la que ha tomado tanto tiempo es porque Dios tiene un plan mucho más grande para la humanidad de lo que esta jamás ha imaginado. Este plan es tan grande y tan maravilloso que Satanás el diablo—el ‘querubín que cubría’—se rebeló en la creación del hombre al ver que sería desplazado de su puesto… lo cual lo llevó a decidir ser como Dios.

 

Ahora, nosotros tenemos el relato épico de cómo Jesucristo vino en la carne—49 libros enfocados en el día cuatro, y directamente relacionados con el Salmo 49. El Salmo 50 es un Salmo Pentecostal; Dios es Quien ha hecho un pacto con nosotros para darnos vida eterna, y ésta sólo puede venir a través de Jesucristo. ¡Todas las cosas deben venir a través de Jesucristo!

 

El Salmo 49 es un Salmo muy interesante, aunque este no era un Salmo de David—era de uno de los sacerdotes (hijos de Coré). Ahora, miren para quién va dirigido este Salmo, porque la Pascua tiene que ver con todas las personas en el mundo. Siempre recuerden que: Dios va a resolver la mayoría de los problemas humanos en el Milenio, y luego en la segunda resurrección.

 

Salmos 49:1: “Escuchen esto, todos ustedes pueblos; den oído, todos los habitantes del mundo…” ¿No les suena esto como a las palabras de Apocalipsis? “…Ambos; bajo y alto, rico y pobre juntamente. Mi boca hablará de sabiduría, y los pensamientos de mi corazón serán de entendimiento. Inclinaré mi oído a una parábola; abriré mi oscuro dicho a la lira.” (Versos 1-4).

 

Hay una historia que Dwight Blevins ha trazado con la ayuda del Calendario Hebreo Calculado, y esperamos ya pronto tenerla disponible. En ella se habla sobre cómo Dios dio los tiempos señalados en el día cuatro, lo cual es interesante por:

 

·             Los 49 libros en la Biblia

·             Jesucristo fue crucificado en el día 4

 

También es interesante ver cómo el mundo es engañado por Satanás el diablo y cortado de Dios. Miren lo mal que llegó a estar en los días de Noé y el diluvio; la situación se puso tan mal que Dios ‘se arrepintió de haber hecho al hombre,’ y a pesar de que Él tiene un gran plan para la humanidad… Le dolió que el hombre se haya vuelto tan malvado. Nosotros en la actualidad ya volvimos a alcanzar ese punto, y la maldad se incrementa cada día más. El libro de Daniel dice: Los sabios entenderán, pero ninguno de los malvados entenderá. Por eso Cristo tiene que regresar—después que Satanás el diablo sea derrotado.

 

¿Podría Dios vencer a Satanás el diablo cuando Él quiera? ¡Sí, como Dios si podría! Ahora, vamos a ver que una de las razones por las que Jesucristo tuvo que venir a morir, fue porque tenía que vencer a Satanás el diablo como hombre.

 

Recuerden que cuando Jesucristo nació—Él fue el primogénito de Su madre María. Su nombre fue llamado Jesús; que también significa Emmanuel o Dios con nosotros. En Isaías 50 vemos que Dios instruyó a Jesús cuando niño, y que lo despertaba cada mañana para enseñarle. A la edad de 12 años Jesucristo asombró a todos los eruditos en la Palabra de Dios, y pasó tres días con ellos contestándoles y haciéndoles preguntas. Todos se asombraron y se sorprendieron de Su conocimiento.

 

Sin embargo, Jesús tuvo que vencer a Satanás como hombre antes poder comenzar Su ministerio. Satanás trató de matarlo cuando niño (como leemos en Mateo 2), y estoy seguro que hubo otros atentados contra Su vida a pesar de no estar registrados aquí en el Nuevo Testamento. Cuando Jesús fue bautizado—fue bautizado para cumplir toda justiciaposteriormente partiendo hacia el desierto. Ahí tenemos otro día cuatro, que es: el fin del año 49 y el comienzo del año de jubileo o año 50. Esta es la señal de la Pascua a través de toda la Biblia.

 

Jesús comenzó Su ministerio en el Día de Expiación (año 26 d.C.) el cual fue año de Jubileo. Ese día marcó el final del 49no año, así como el inicio del 50mo año. De hecho, el 49no año terminó en la Fiesta de Trompetas, pero el conteo para el 50mo año no comenzó sino hasta el 10mo día. ¿Saben ustedes en qué día de la semana comenzó Cristo Su ministerio en el año 26? Lo primero que tuvo que hacer fue vencer a Satanás el diablo, en el cuarto día de la semana. Veamos cómo lo venció.

 

Lucas 4:1: “Y Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán, y fue guiado por el Espíritu a un lugar desolado Por cuarenta días para ser tentado por el diablo…” (Versos 1-2). Eso importante que entendamos esto, y la relación que tiene con el juicio de Dios sobre Adán y Eva.

 

Él le dio naturaleza humana con ´la ley del pecado y muerte’ a toda la humanidad. Ahora, para que el pecado pudiera ser condenado en la carne, Jesucristo tenía que tomar la misma ‘ley de pecado y muerte’ sobre Si mismo y no ceder ante ninguna tentación.

 

Noten cómo Satanás vino a Jesucristo en la debilidad de la carne humana. Jesús había ayunado por 40 días y 40 noches… y era sostenido por el Espíritu de Dios.

 

“…Y no comió nada en aquellos días; y después que ellos habían llegado a un fin, tuvo hambre. Entonces el diablo le dijo…” (Versos 2-3). Piensen en la tentación cuando están en su momento más débil, porque ésta de aquí era la batalla por toda la humanidad. Satanás en su manera torcida de pensar, llegó a creer que si podía matar a Cristo (o hacer que pecara), su rebelión contra Dios tendría éxito. Por eso Jesús tuvo que enfrentarlo en condición de hombre.

 

Verso 3: “Entonces el diablo le dijo, ‘Si eres el Hijo de Dios, ordena que esta piedra se convierta en pan.’” Ahora, Jesús pudo haberlo hecho sin ningún problema—si pudo convertir el agua en vino, seguramente también pudo haber hecho esto—pero Él en Su débil condición no cedió en ningún momento ante la propuesta de Satanás, y cita una Escritura donde se menciona a Sí mismo como el creador de todos los seres humanos…

 

Verso 4: “Pero Jesús le respondió, diciendo, ‘Esta escrito, “El hombre no vivirá por pan solamente, sino por cada palabra de Dios.”’ ” Las personas que no acepten la marca de la bestia (cuando llegue), van a estar impuestas a:

 

·             No poder comprar

·             No poder vender

·             No poder comer

·             No tener dónde dormir

·             No tener a donde ir

 

Vamos a tener que depender de Dios, y si perdemos la vida por causa de Él, entonces alcanzaremos la vida eterna por nuestro amor a la Verdad y nuestra obediencia a Dios ¡Jesucristo lo sabía!

 

Ahora, si Él hubiera hecho esto que leemos, ¿Hubiera obedecido? ¡Por supuesto! Porque aquel a quien servimos es nuestro amo— ¿cierto? Si hubiera hecho esto entonces habría obedecido a Satanás el diablo, pero no lo hizo porque dijo: “El hombre no vivirá sólo de pan, sino de cada palabra de Dios.” Esta es una proyección del propósito de Dios.

 

Verso 5: “Entonces el diablo lo llevó a una montaña alta y le mostró todos los reinos del mundo en un momento de tiempo. Y el diablo le dijo, ‘Te daré toda esta autoridad, y la gloria de todos ellos; porque me ha sido dada a mí, y yo la doy a quien desee’” (versos 5-6).

 

 Y ¿Por qué le fueron entregadas a Satanás? ¡Porque los seres humanos no quisieron adorar ni obedecer a Dios, comenzando desde Adán y Eva! Eligieron hacer las cosas a su manera al escuchar a Satanás, y eso lo convirtió en el ‘dios de este mundo.’

 

Dios estuvo en el Jardín del Edén hasta el diluvio, y sólo los patriarcas justos llegaron a encontrarse con Él en la oriente del Jardín. Pero ahora lo que Satanás le estaba diciendo a Jesús era: ‘Te ofrezco que reines sobre el mundo entero ahora. ¡Aquí está, yo te lo doy!’ Pero ojo porque aquí había una trampa:

 

Verso 7: “Por tanto, si Tú me adoras en mi presencia, todas las cosas serán tuyas.” Satanás quería que Jesús lo adorara como a Dios, y ese hubiera sido el triunfo más grande de todos. Aquí él estaba tratando de conseguir que el Hijo de Dios le obedeciera. Él ya se había hecho de una tercera parte de los ángeles, y estaba tratando de conseguir que el Hijo de Dios le obedeciera. Pero noten la respuesta de Jesús; que es exactamente lo que nosotros debemos hacer.

 

Verso 8: “Pero Jesús respondió y le dijo, “Ponte detrás de Mí, Satanás; porque está escrito…’” Tanto para Cristo como para el resto de la humanidad:

 

“…‘Adorarás al Señor tu Dios, y a Él solamente servirás.’”… [Ahora, aquí hay un punto muy interesante]: … Entonces lo llevó a Jerusalén y lo colocó sobre el borde del templo, y le dijo. ‘Si eres el Hijo de Dios, échate Tú mismo abajo desde aquí; Porque está escrito, “Él encargará a Sus ángeles concerniente a Ti para guardarte; Y en sus manos te sostendrán, no sea que golpees Tu pie contra una piedra.”’” (Versos 8 -11). ¡Eso hubiera sido espectacular! Sin embargo…

 

Verso 12: “…Jesús respondió y le dijo, ‘Esta claramente declarado, “No tentarás al Señor tu Dios.”’”

 

·             ¡No tentarás a Dios haciendo el mal!

·             ¡No tentarás a Dios obedeciendo a Satanás!

 

¡No podemos hacerlo y esperar que Dios nos saque del apuro! Con el ser humano puede haber arrepentimiento, pero Jesucristo no podía pecar ni una sola vez. ¡Satanás quería que Cristo muriera; que muriera por pecar para que no resucitara, y así él poder alcanzar la supremacía! ¡Pero Dios es más grande!

 

Verso 13: “Entonces cuando el diablo había completado toda tentación, se apartó de Él por un tiempo.” Satanás siempre estuvo rondando por ahí, tratando de atrapar a Jesús en alguna mala obra. 

 

Continuemos con el Día de la Pascua en Lucas capítulo 22, para ver quien inspiró todas las cosas malas que sucedieron antes de la Pascua de Jesucristo. Podría decirse que esta fue la gran batalla del Universo, porque Jesucristo iba a morir y ¡Satanás lo quería muerto! Satanás hizo todo lo que pudo para que Jesucristo pecara, y no iba a desaprovechar la oportunidad de poder hacerlo en la Pascua. Él sabía lo que iba a suceder.

 

Lucas 22:1: “Entonces la fiesta de panes sin levadura, la cual es llamada Pascua, estaba aproximándose; Y los sacerdotes jefes y los escribas especulaban sobre cómo podían ponerlo a muerte, porque temían al pueblo. Entonces Satanás entró en Judas, quien era apellidado Iscariote, siendo del número de los doce” (versos 1-3). Y así como los tres querubines eran:

 

·             Gabriel

·             Miguel

·             Lucifer

 

Lucifer:

 

·             Estaba en el pináculo del poder, ¡maldad!

·             Estaba entre los mismos discípulos, y ¡Ellos ni siquiera los sabían!

 

Esto es algo que hay que tener en mente porque luego vienen cosas que aparentan ser buenas y que aparentan ser verdad… ¡pero que son inspiradas por Satanás el diablo!

 

Verso 3: “Entonces Satanás entró en Judas, quien era apellidado Iscariote, siendo del número de los doce. Y se marchó, y habló con los sacerdotes jefes” (Versos 3-4).

 

Los líderes religiosos de la época de Jesús no entendían lo mucho que se habían alejado de Dios, y que su dios era Satanás el diablo (Juan 8). ¡Dios había puesto Su presencia en el Templo! Pero jamás se imaginaron que éste ya no existiría 40 años más tarde. Todo su sistema despareció gracias a la imposición del Nuevo Pacto.

 

“…y habló con los sacerdotes jefes y los capitanes acerca de una forma por la cual podría traicionarlo a ellos. Y ellos se alegraron, y acordaron darle dinero. Y él prometió, y buscó una oportunidad de traicionarlo a ellos lejos de la multitud” (versos 4-6).

 

Ahora, para poder hacer esto Satanás tuvo que llegar hasta la última Pascua de Jesús; y aunque los apóstoles no lo sabían, Jesús sí lo sabía.

 

Ésta fue una gran batalla espiritual. Recuerden que Jesús dijo que—de haber sido necesario—Él pudo haber llamado a 12 legiones de ángeles. Imaginen a Jerusalén como un campo de batalla donde los ángeles de Dios luchan contra los demonios de Satanás, y a Jesús como el sacrificio por los pecados del mundo. Él tuvo que venir como hombre, y como Satanás no logró vencerlo con la tentación en el desierto… ahora estaba decidido a atacarlo con la crucifixión. Es posible que Satanás haya creído poder hacer pecar a Jesús una sola vez antes de morir, y de esa manera alanzar la victoria.

 

Así que aquí tenemos la primera Pascua del Nuevo Pacto. Jesús tuvo que poner fin a la Pascua con el cordero y la cena para terminar con el antiguo Pacto, y después introducir la nueva Pascua. Después tenemos el lavamiento de los pies.

 

Juan 13:1: “Entonces antes de la fiesta de la Pascua, sabiendo que Su tiempo había venido para partir de este mundo al Padre, Jesús, habiendo amado a los Suyos quienes estaban en el mundo, los amó hasta el fin. Y durante la cena (habiendo el diablo ya puesto en el corazón de Judas Iscariote, hijo de Simón, que debería traicionarlo)” (versos 1-2). Satanás poseyó a Judas y puso esto en su corazón.

 

No todos los pensamientos que parezcan buenos necesariamente vienen de Dios. Satanás está ahí para añadirle un beneficio y buscar su voluntad. Cuando empieza a tentarnos lo hace de la misma forma en que lo hizo con Jesucristo: ‘¿Qué tiene de malo comer tantito pan?’ Bueno, hubiera tenido el beneficio del pan pero perdido su vida, y el plan de Dios hubiera tenido que funcionar de otra manera.

 

Después de la ceremonia, tuvieron el lavamiento de pies y Jesús les explicó el propósito de hacerlo. Ya cubriremos esto en la noche de la pascua, pero detengámonos un poco para ver el propósito. Esto nos ayuda a darnos cuenta de quienes somos, dónde estamos, y qué estamos haciendo. También fue una lección para los apóstoles: para que no se envanecieran, se auto-exaltaran y se auto-adjudicaran la autoridad y el poder sobre los hermanos—el cual Dios no les dio.

 

Después del lavamiento de pies, Él dijo, ‘¿Saben lo que he hecho?’

 

Verso 13: “Ustedes me llaman el Maestro y el Señor, y dicen correctamente, porque lo soy. Por tanto, si Yo, el Señor y el Maestro, he lavado sus pies, ustedes también están obligados a lavarse los pies los unos a los otros; Porque les he dado un ejemplo, para mostrarles que también deberían hacer exactamente como Yo les he hecho” (versos 13-15). ¡Aquí está la razón! Es muy importante que entendamos y que recordemos esto.

 

Verso 16: “Verdaderamente, verdaderamente les digo, un siervo no es más grande que su señor, ni un mensajero más grande que el que lo envió. Si saben estas cosas, benditos son si las hacen.” (Versos 16-17). Piensen en esto un minuto.

 

Los que dicen que la Ley ha sido abolida se engrandecen a sí mismos sobre el Mensajero; se engrandecen a sí mismos sobre su Señor. Los que dicen que no tienen que guardar la Pascua, y que pueden tomar la Eucaristía cada domingo por la mañana, ¿Acaso no están ellos engrandeciéndose sobre Jesús y sobre Dios? ¡En efecto!

 

Después de impartir la ceremonia del pan y del vino del Nuevo Pacto, Jesús les dio la instrucción de que esto debía ser hecho en Memoria suya. Veamos qué sucedió después de esto porque ahí también hubo una lección importante para Pedro. Es como si esto reafirmara lo que Jesús les había dicho sobre el lavamiento de pies, demostrando la batalla espiritual que se estaba librando.

 

Lucas 22:31: “Entonces el Señor dijo, “Simón, Simón, escucha bien. Satanás ha demandado tenerlos, para tamizarlos como trigo.’” Por eso necesitamos la protección de Dios. Por eso necesitamos:

 

·             La protección de los ángeles de Dios

·             La protección del Espíritu de Dios

·             La protección de la Palabra de Dios

 

…en nuestra relación diaria con Dios por medio del estudio y la oración.

 

Ahora, miren cómo Pedro creía que podía hacerlo por sí mismo—lo cual lo haría mayor que el mensajero; mayor que su Señor.

 

Verso 33: “Y él le dijo, ‘Señor, estoy listo a ir Contigo a prisión y a la muerte.’ Pero Él dijo, ‘Te digo, Pedro, el gallo no cantará hoy en ninguna manera antes que tú hayas negado que Me conoces tres veces. Y Él les dijo,  ‘Cuando los envié sin cartera ni bolsa de provisión ni sandalias, ¿les faltó algo? Y ellos dijeron, ‘Nada. Entonces Él les dijo, ‘Ahora, sin embargo, aquel que tenga una cartera tómela… [Para cuando salga a predicar] y así mismo su bolsa de provisión; y aquel que no tenga una espada venda su vestido y compre una. Porque les digo, eso que ha sido escrito debe aún ser cumplido en Mí…’” (Versos 33-27). Y ¿saben qué? Hay toda una sección de los Salmos dedicada a:

 

·             El ministerio de Jesús

·             Su sacrificio

·             El Día de la Pascua

 

Verso 39: “Entonces Él dejó la casa y fue, como estaba acostumbrado, al Monte de los Olivos; y Sus discípulos también Lo siguieron. Y cuando llegó al lugar…” (Versos 39-40). Noten que dice: ‘Al lugar,’ es decir, que tenían un lugar especial en el Monte de los Olivos.

 

“…les dijo ‘Oren para que no entren en tentación.’ Y se retiró de ellos alrededor de un tiro de piedra; y cayendo en Sus rodillas, oró, Diciendo, ‘Padre, si estás dispuesto a quitar esta copa de Mi¾…’” (Versos 40-42).

 

Toda Su naturaleza humana clamaba que debía haber una manera más fácil. Esa también sería una tentación para todos de nosotros, al igual que las cosas que van a ocurrir con la persecución y el martirio venideros. Van a ofrecernos una salida que nuestra tentación y nuestra carne van a querer aceptar, pero el Espíritu de Dios va a decirnos: ‘¡No! ¡No lo hagas!’

 

Eso es exactamente lo que Jesús estaba viviendo, pero ¿Qué fue lo que dijo al final? “‘…sin embargo, no Mi voluntad, sino Tu voluntad sea hecha’” (verso 42).

 

Miren la batalla que se estaba librando entre Satanás, los ‘líderes religiosos,’ Judas, Jesús, y los 11 apóstoles:

 

Verso 43: “Entonces un ángel del cielo Le apareció, fortaleciéndolo. Y estando en agonía, oró más fervorosamente... [Porque sabía que tendría que suceder] ...Y Su sudor llegó a ser como grandes gotas de sangre cayendo a la tierra” (versos 43-44).

 

Esa fue una agonía y experiencia que ningún otro ser humano podría tolerar. Todo el plan de Dios pendía de este día, y Él sabía que iba a suceder porque Él mismo profetizó cada palabra como Señor Dios del Antiguo Testamento. 

 

Verso 45: “Y tras levantarse de orar, Él fue a Sus discípulos y los encontró durmiendo por dolor. Entonces Él les dijo, ‘¿Porque están durmiendo? Levántense y oren, para que no entren en tentación.’” (Versos 45-46). Ya vienen, ¡Ya vienen las tentaciones!

 

Verso 47: “Y mientras Él aún estaba hablando, una multitud apareció repentinamente con aquel quien era llamado Judas, uno de los doce, yendo delante de ellos; y él se acercó a Jesús para besarlo.” Ahí lo tienen… ¡El beso de traición! ¡El paradigma absoluto de la hipocresía, tratando de esconder el pecado con un acto de justicia!

 

Verso 48: “Pero Jesús le dijo, ‘Judas, ¿estás traicionando al Hijo de hombre con un beso?’ Y cuando aquellos que estaban con Él vieron lo que estaba a punto de suceder, Le dijeron, ‘¿Señor, atacaremos con la espada?’ Entonces uno de ellos atacó al siervo del sumo sacerdote y cortó su oreja derecha. Pero Jesús respondió y dijo, ‘¡Eso es suficiente!’ Entonces Él tocó su oreja y lo sanó” (versos 48-51). Piensen en la misericordia y la compasión que tenía Jesucristo.

 

En ocasiones me he preguntado sobre lo que sucedió el resto de esa noche, pero esto debe haber sido algo increíble para el guardia.

 

Verso 52: “Y Jesús dijo a aquellos que habían salido contra Él, los sacerdotes jefes y capitanes del templo y ancianos, “¿Han salido, como contra un ladrón, con espadas y palos? Cuando estaba con ustedes diariamente en el templo, no extendieron sus manos contra Mí; pero esta es su hora, y el poder de oscuridad’” (versos 52-53) — ¡A media noche!

 

Miren cuantos eventos similares han ocurrido a lo largo de la historia—es decir, a media noche. Satanás es el poder de la obscuridad.

 

Veamos qué pasó con Judas: Mateo 27:1: “Ahora, cuando vino la mañana, todos los jefes de los sacerdotes y los ancianos del pueblo tomaron consejo contra Jesús…”—todos inspirados por Satanás.}

 

Una vez que las personas se destruyen a sí mismas en el pecado, Satanás las abandona a su suerte.

 

“…para que pudieran ponerlo a muerte. Y después de atarlo, Lo llevaron y Lo entregaron a Poncio Pilato, el gobernador. Entonces cuando Judas, quien lo había traicionado, vio que Él era condenado, cambió de opinión… [Demasiado tarde] …y devolvió las treinta piezas de plata a los sacerdotes jefes y a los ancianos, diciendo, ‘He pecado y he traicionado sangre inocente.’ Pero ellos dijeron, ‘¿Qué nos importa a nosotros? Ve por ti mismo.’” (Versos 1-4).

 

¿No es justo esa la manera en que Satanás trabaja? ¡Sí! A él no le importan los seres humanos. Pero como los jefes de los sacerdotes y los escribes eran ‘justos’ ellos dijeron:

 

Verso 6: “Pero los sacerdotes jefes tomaron las piezas de plata y dijeron, ‘No es legal ponerlas en el tesoro, dado que es el precio de sangre.’”

 

Pero ¿Qué fue lo que había hecho Judas? Verso 5: “Y tras arrojar las piezas de plata en el templo, él salió y se colgó.” Y ¿Por qué tuvo que hacerlo? Porque aquellos que son poseídos por Satanás no tienen un buen fin. Miren cuántos líderes del régimen Nazi –empezando por Hitler—cometieron suicidio.

 

En este caso, Judas cometió suicidio porque si no ¿Quién lo iba a juzgar? ¿Acaso lo juzgarían los sacerdotes? ¡No! ¿Lo juzgarían los apóstoles? ¡No! Dios dispuso que el mismo se quitara la vida, porque Jesús ya lo había juzgado por lo que hizo.

 

·             ¿Podía Judas continuar viviendo después de eso?

·             ¿Podía Judas continuar con una vida ordinaria después de lo que hizo?

·             Claro que no porque ¡Él era el ‘hijo de perdición’!

 

Jesús dijo que Él ‘no había perdido a ninguno de los discípulos excepto a Judas Iscariote, el hijo de perdición, para que las Escrituras fueran cumplidas.’

 

Veamos algunas profecías de lo que Jesús tuvo que pasar, y entendamos algo muy importante: Si todo esto fue una manifestación del amor de Dios… entonces ¿Por qué Jesús tuvo que pasar y sufrir estas cosas? La respuesta es: ¡Porque Él le dio naturaleza humana a los seres humanos! Miren toda la maldad que hay en el mundo por culpa de Satanás y de la naturaleza humana. ¡Jesús tuvo que cargar con todo eso!

 

Esto fue planeado desde la fundación del mundo, y en Juan leemos algo muy importante respecto a lo que hizo Jesús.

 

Juan 10:14: “Yo soy el buen Pastor, y conozco a aquellos que son Míos, y Soy conocido de aquellos que son Míos.” Por eso necesitamos conocer a Jesús.

 

{Noten lo que dice en I Juan 2:4, ‘aquel quien dice que conoce a Dios, que conoce a Jesús, pero no guarda Sus mandamientos es un mentiroso.’} Pero nosotros Lo conocemos porque lo hacemos, y porque tenemos El Espíritu Santo.

 

Verso 15: “Exactamente como el Padre Me conoce, Yo también conozco al Padre; y pongo Mi vida por las ovejas. Y tengo otras ovejas que no son de este redil…” (Versos 15-16)—porque la predicación del Evangelio tenía que llegar al mundo entero. 

 

“…Debo traer a esas también, y ellas oirán Mi voz; y habrá un rebaño y un Pastor. Por cuenta de esto, el Padre Me ama: porque Yo pongo Mi vida, para que la pueda recibir de regreso otra vez. Nadie Me la quita, sino que Yo la pongo de Mí mismo... [Por causa del amor de Dios] …Tengo autoridad para ponerla y autoridad para recibirla de regreso otra vez. Este mandamiento recibí de Mi Padre.” (Versos 16-18). ¡Jesús hizo esto voluntariamente!

 

La próxima vez que pasen por una situación que les parezca abrumadora, recuerden lo que tuvo que pasar Jesucristo.

 

Así que vamos a ver algunas profecías sobre acontecimientos vitales, que tenían que cumplirse para poder salvar a la humanidad.

 

(Pase a la pista siguiente)

 

El Día de la Pascua

 

Veamos la profecía en Isaías 53. Aunque las profecías del Antiguo Testamento representaban los acontecimientos futuros, las personas más importantes no las entendían porque estaban cegados por Satanás. El capítulo 53 es realmente profundo e importante, y fue escrito alrededor del año 800 a.C., que vendría siendo hace 2,800 años.

 

Isaías 53:1: “¿Quién ha creído nuestro reporte? Y ¿A quién es revelado el brazo del SEÑOR?... [Aquí hay una profecía concerniente a Jesucristo]: …Porque Él crecerá delante de Él como una tierna planta, y como una raíz fuera de tierra seca…” (Versos 1-2). Aquí se está refiriendo a que no había vida Espiritual en Jerusalén, o en aquello que se conoce como la ‘Tierra Santa.’

 

“…Él no tiene forma ni hermosura para mirarlo, ni belleza para desearlo” (verso 2).

 

·             Él no vino como un héroe vencedor

·             Él no vino como una estrella de Hollywood

·             Él no vino por ser el más alto y bien parecido

 

¡El vino como un ser humano ordinario!

 

Miren cómo era Su vida, verso 3: “Él es despreciado y rechazado de los hombres; un Hombre de dolores, y familiarizado con la aflicción…” Sólo imagínense el dolor de saber que Él era el Señor Dios del Antiguo Testamento—Dios manifestado en la carne—y de conocer a todas las personas y sus pensamientos; de conocer su maldad. No es de extrañar que sintiera tanta compasión por ellos: para sanarlos, y para mostrar Su grande amor y poder hacia todos los seres humanos.

 

Sin embargo ellos:

 

·             ¡Le dieron la espalda!

·             ¡Lo despreciaron!

·             ¡Lo rechazaron!

 

“…y por así decirlo escondimos de Él nuestras caras, fue despreciado, y no lo estimamos” (verso 3). A veces pasamos por eventos similares en nuestras vidas. Pero siempre debemos hacer lo que dijo Jesucristo

.

Siempre debemos:

·             Buscar a Dios el Padre

·             Ser fieles sin importar las circunstancias

·             Confiar en que la salvación va a venir de Dios

 

Jesucristo dio Su vida para poder salvar a aquellos que estarán en Su reino cuando vuelva, así como al resto de la humanidad más adelante.

 

Verso 4: “Sin duda ha soportado nuestras enfermedades, y llevado nuestros dolores; aun así lo consideramos aquejado, golpeado de Dios y afligido.” Eso es lo que dijeron; se mofaron de Él cuando estuvo en la cruz:

 

·             ¡Si eres el Hijo de Dios, baja y pruébanoslo!

·             ¡Has salvado a otros, pero no puedes salvarte a ti mismo!

¡Afligido de Dios!

·             ¡Estás ahí porque has pecado!

 

Vean el costo por el perdón de nuestros pecados, porque es justo como Pablo lo escribió: ‘La sangre de toros y chivos no pueden quitar el pecado.’ Sólo la sangre preciosa de Jesucristo puede hacerlo; ¡el Dios Creador de los seres humanos!

 

Verso 5: “Pero Él fue herido por nuestras transgresiones; aplastado por nuestras iniquidades…” ¡Y ser flagelado como Él lo fue debe haber sido devastador!

 

Si alguna vez se han roto una costilla o algo parecido, magnifíquenlo mil veces y estarán bastante cerca del dolor que Jesús tuvo que sufrir durante la flagelación.

 

“…el castigo de nuestra paz fue sobre Él; y con Sus latigazos nosotros mismos somos sanos” (verso 5). Él tuvo que soportar eso para poder abrirnos la puerta de la gracia de Dios, y así poder ser recibidos por Dios el Padre.

 

Verso 6: “Todos nosotros como ovejas nos hemos extraviado; hemos vuelto cada uno a su propio camino; y el SEÑOR ha colocado sobre Él la iniquidad de todos nosotros. Fue oprimido, y afligido; aun así no abrió Su boca. Es traído como un cordero al matadero; y como una oveja delante de su esquilador esta mudo, así Él no abrió Su boca. Por opresión y juicio fue quitado; y con Su generación ¿Quien consideró que Él fuera cortado de la tierra del viviente…?” (Versos 6-8).

 

Ellos no lo entendían; pero como veremos más adelante, Jesús tuvo que abrir la mente de los apóstoles para que pudieran entender. Nadie podía entender la magnitud del amor de Dios y que Dios haría esto. Nadie podía entender que Dios—Quien sentenció a hombres y mujeres a maldad, sufrimiento, desenfreno, matanzas, y muerte por causa de sus pecados—Pondría sobre Sí mismo todas estas cosas—para poder perdonarlos y redimirlos—y dar Su vida de manera voluntaria. Él profetizó todas estas palabras.

 

“…por la trasgresión de Mi pueblo Él fue aquejado. Hizo Su sepultura con el malvado, y con el rico en Su muerte…” (Versos 8-9). Así es, hubo dos malhechores que fueron crucificados con Él, y la tumba de José de Arimatea estuvo disponible cerca del lugar de la crucifixión.

 

“…aunque no había hecho violencia, ni hubo ningún engaño en Su boca. Aun así el SEÑOR deseó… [Es decir, que era la voluntad de Dios] …aplastarlo…” (Versos 9-10). Y a pesar del dolor que tuvo que soportar, ni uno de sus huesos le fue roto.

 

“…y Lo ha puesto en aflicción: Tú harás Su vida una ofrenda por el pecado…” (Verso 10). ¡Piénsenlo! ¡Una ofrenda por los pecados de la humanidad! Por eso Juan el Bautista dijo, ‘He aquí el Cordero de Dios, el cual quita el pecado del mundo.’ Dios está redimiéndonos de todos los pecados desde el pecado de Satanás, y el pecado de Adán y Eva.

 

Sin embargo, en cuanto al poder de la resurrección también dice, “…Él verá Su semilla… [Porque nosotros somos la semilla de Abraham que sería como las estrellas del cielo] …prolongará Sus días… [Hasta la resurrección y la vida eterna, para:] …que el propósito del SEÑOR pueda prosperar en Su mano” (verso 10). Esto es, el propósito de Dios para todos los que Él llame—porque todo Su propósito gira en torno a esto.

 

El verso 11 dice: “Verá el tormento de Su alma…” El cual fue sumamente grande.

 

Isaías 52:14: “Muchos estaban asombrados de Él—porque Su cuerpo estaba tan desfigurado—incluso Su forma más allá que la de los hijos de hombres.” Y ¿con qué propósito? ¡Con el propósito de perdonar todos los pecados humanos, lo cuales deben ser sometidos en arrepentimiento!

 

Verso 15: “Así Él espolvoreará a muchas naciones; los reyes callarán sus bocas por causa de Él, porque verán aquello que no les había sido dicho; sí, lo que ellos no habían oído, considerarán.” Lo que Dios va a hacer es extraordinario.

 

Isaías 53:11: “…Estará completamente satisfecho. Por Su conocimiento Mi Siervo justo justificará a muchos; y llevará sus iniquidades.” Por eso ninguna obra de ley puede ponernos en una posición favorable ante Dios; y cuando digo posición favorable me refiero a justificación. No puede haber justificación hasta que haya arrepentimiento, y que el sacrificio y la sangre derramada de Jesucristo sean aplicados personal y directamente a todos los que se arrepientan. ¡Es hasta entonces cuando hay perdón por los pecados!

 

Verso 12: “Por tanto Yo dividiré para Él una porción con el grande, y Él dividirá el botín con el fuerte; porque ha derramado Su alma hasta la muerte; y fue contado entre los transgresores; y llevó el pecado de muchos, e hizo intercesión por los transgresores.” ¡Eso es lo que hizo Jesucristo!

 

Ahora veamos cómo el Salmo 22 habla sobre lo que Cristo iba a experimentar. La crucifixión de Jesucristo es el punto central de todo el enfoque de la Biblia, y de los 49 libros para el cuarto día de la semana. Vamos a ver que Jesús tuvo que llegar hasta el punto de sentir—porque a pesar de saber que Dios estaba con Él, hubo una capa de oscuridad sobre la tierra desde el mediodía hasta la hora sexta. ¡Tuvo que sentir el abandono por cargar con los pecados del mundo por Sí mismo!

 

Salmos 22:1: “Mi Dios, mi Dios, ¿porque me has abandonado, y porque estas tan lejos de ayudarme, y de las palabras de mi gemido? Oh mi Dios, ruego en el día, pero Tú no respondes; y en la estación nocturna, y no estoy callado” (versos 1-2). Ahora, aquí hay palabras que también aplicaban directamente a las circunstancias de David, pero la mayoría son afirmaciones proféticas sobre el Mesías venidero.

 

Verso 5: “Clamaron a Ti y fueron liberados; confiaron en Ti no fueron avergonzados. Pero yo soy un gusano, y no un hombre…” (Versos 5-6). Al sentir todo lo que siente un ser humano, Su sufrimiento debe haber sido terrible para decir estas palabras. 

 

“…un reproche de hombre y despreciado por la gente. Todo el que Me ve se burla de Mí; ellos brotan el labio; sacuden la cabeza, diciendo, ‘¡Él confió en el SEÑOR; líbrelo Él; rescátelo Él, ya que se deleita en Él!’” (Versos 6-8). ¡Estas son palabras de Cristo!

 

Verso 9: “Porque Tú eres quien Me sacó del vientre… [Al momento de nacer] …haciéndome confiar mientras estuve en los senos de Mi madre. Fui echado sobre Ti desde el nacimiento; Tú eres Mi Dios desde el vientre de Mi madre” (versos 9-10).

Verso 11: “No estés lejos de Mi; porque el problema está cerca, porque no hay nadie que ayude. Muchos toros Me han rodeado…” (Versos 11-12). Aquí está refiriéndose al menosprecio de los demonios, así como a los sacerdotes que se burlaron de Él. Estoy seguro que los ángeles de Dios también estuvieron presentes, aunque Dios el Padre no haya presenciado la hora de su muerte en la cruz. Esta fue una batalla espiritual que se libró desde el mediodía hasta las tres de la tarde.

 

“…fuertes toros de Basán Me han rodeado” (verso 12). Ahora, Satanás también anduvo como león rugiente esperando que Jesús pecara en la cruz, y que nunca fuera resucitado. ¡Pero eso nunca sucedió!

 

Verso 13: “…abrieron amplio sus bocas a Mí, como un león rapaz y rugiente.” ¿Se imaginan lo alegres que estaban Satanás y sus demonios? ‘¡Al fin lo tenemos!’ ‘Si tan sólo pudiéramos hacerlo pecar…’

 

Aquí está el sentimiento de Jesús, verso 14: “Soy derramado como agua, y todos mis huesos están fuera de su articulación; Mi corazón es como cera; esta derretido en medio de Mis entrañas. Mi fuerza esta seca como un tiesto, y Mi lengua se aferra a mis mandíbulas; Perros Me han rodeado; una banda de malhechores Me ha rodeado; han traspasado Mis manos y Mis pies; y Tú Me has traído al polvo de muerte. Puedo contar todos Mis huesos; ellos miran y se recrean Conmigo” (versos 14-17). Así es. ¡Él podía ver Sus costillas expuestas, con la carne desgarrada por los azotes!

 

Verso 18: “Dividen Mis vestidos entre ellos y echan suertes sobre Mi vestidura.” Eso es exactamente lo que hicieron los soldados Romanos, y fue profetizado más de mil años antes de que sucediera; hace 2800 años.

 

Verso 19: “Pero Tú, Oh SEÑOR, no estés lejos de Mí; Oh Mi fuerza, apúrate a ayudarme. Libra Mi alma de la espada, Mi vida preciosa del poder del perro. Sálvame de la boca del león; sí, y de los cuernos del buey salvaje. Tú Me has respondido.” (Versos 19-21). ¡Jesucristo anhelaba la resurrección y la edificación de la Iglesia!

 

Verso 22: “Declararé Tu nombre a Mis hermanos; en medio de la congregación Te alabaré. Ustedes que temen al SEÑOR, alábenlo; todos ustedes, la semilla de Jacob, glorifíquenlo; y estén maravillados de Él todos ustedes, la semilla de Israel” (versos 22-23). Así que al final Dios intervino, lo rescató, y llevo a cabo Su plan de la forma en que lo había dispuesto.

 

En la carta a los Hebreos Pablo describe lo que Dios tuvo que hacer por medio de Jesús, y el sacrificio que tuvo que pasar. {Si quieren un estudio a profundidad verso-por-verso sobre el libro de Hebreos—les recomiendo escuchar la serie de Hebreos.}

 

Hebreos 1:1: “Dios… [El mismo Dios a Quien recurrían los judíos de manera equivocada] …Quien habló a los padres en tiempos diferentes en el pasado y en muchas formas por los profetas, nos ha hablado en estos últimos días por Su Hijo, A Quien Él ha señalado heredero de todas las cosas, por Quien también Él hizo los mundos…” (Versos 1-2)—esto encaja con el principio del Evangelio de Juan; ¡En el principio era la Palabra y la Palabra estaba con Dios, y la Palabra era Dios! Y nada llegó a existir sin Él, el Creador Quien hizo los cielos y la tierra. Él se hizo hombre y murió para salvar a la humanidad, y para cumplir el plan de Dios.

 

Verso 3: “Quien, siendo el brillo de Su gloria y la imagen exacta de Su persona…” Cuando los discípulos le pidieron a Jesús que les mostrara al Padre, Él les dijo, ‘Si me han vito a Mí, entonces han visto al Padre.’ La imagen misma de Su persona.

 

…y sosteniendo todas las cosas por la palabra de Su propio poder, cuando Él hubo por Sí mismo…” (Verso 3)—Aquí dice ‘por sí mismo’ porque Él estuvo sólo en la cruz. Su sangre, su muerte, y su agonía fueron la paga por los pecados del mundo para que pudiéramos recibir salvación. Incluso en el Milenio y en la segunda resurrección, van a haber billones de personas que serán salvas ¡gracias a lo que Él hizo!

 

“…limpiado nuestros pecados, se sentó a la mano derecha de la Majestad en la altura; Habiendo sido hecho mucho mayor que cualquiera de los ángeles, en la medida como Él ha heredado un nombre excesivamente superior a ellos” (versos 3-4). Por eso los ángeles no pueden perdonar pecados humanos, y tampoco los humanos podemos perdonar pecados humanos—sólo Dios en la carne podía hacer eso. Sólo Dios en la carne podía proveer el sacrificio necesario para el perdón de los pecados.

 

Verso 5: “¿Porque a cuál de los ángeles dijo Él jamás, ‘Tú eres Mi Hijo; en este día Te He engendrado’? Y de nuevo, ¿‘Yo seré un Padre para Él, y Él será un Hijo para Mi’? Y nuevamente, cuando Él trajo al Primogénito al mundo… [Cuando Cristo nació en la carne] …dijo, ‘Todos los ángeles de Dios Lo adoren’” (versos 5-6). ¿Recuerdan el relato sobre los pastores en el libro de Lucas? Ellos escucharon a una multitud de ángeles cantar ‘gloria a Dios en lo más alto.’

 

Verso 7: “Ahora por un lado, de los ángeles Él dice, ‘Quien hace a Sus ángeles espíritus, y a Sus ministros una llama de fuego.’ Pero de otro lado, del Hijo dice, ‘Tu trono, Oh Dios… [Esta es una escritura directa en la que Jesús es llamado Dios] …es hasta los siglos de eternidad; un cetro de justicia es el cetro de Tu Reino. Tú amaste la justicia y odiaste la ilegalidad; por esto, Dios, Tu Dios, Te ha ungido con el aceite de alegría sobre Tus compañeros.’” (Versos 7-9). ¡Es increíble!

 

Ahora veamos lo que Jesús tuvo que pasar. Veamos cómo esto se relaciona con lo que Dios está haciendo con nosotros, y por nosotros. Esto aplica para todo el pueblo de Dios dondequiera que estén, y dondequiera que hayan estado en el pasado.

 

Nada de lo que un ángel pueda hacer puede perdonar nuestros pecados. Dios podría perdonarlos por decreto—pero por causa del juicio que Él trajo sobre la humanidad y de haberlos puesto bajo la autoridad de Satanás por sus pecados, Él tuvo que convertirse en hombre. ¡Dios es justo! Y lo que Él trajo sobre la humanidad lo llevó sobre Sí mismo.

 

Hebreos 2:5 “Porque no es a los ángeles a quienes ha puesto en sujeción el mundo que está por venir, del cual estamos hablando.” Sino que lo ha puesto en sujeción a NOSOTROS, los hijos e hijas de Dios.

 

Verso 6: “Pero en un cierto lugar uno testificó completamente, diciendo, “¿Qué es el hombre, que Tú eres consciente de él, o el hijo de hombre, que lo visitas? Tú sí lo hiciste un poco menor que los ángeles…’” (Versos 6-7). Y así es, somos un poco menores que Dios, un poco menores que los ángeles.

 

“‘…lo coronaste con gloria y honor, y sí, lo colocaste sobre el trabajo de Tus manos’” (verso 7). ¡Qué creación tan gloriosa hizo Dios, con el género humano hecho a Su propia imagen! Dios nos dio el mundo entero y nos dijo, ‘Multiplíquense y llenen la tierra, y tengan dominio sobre todo lo que hay en ella.’ ¿No es asombroso?

 

Verso 8: “Sí, pusiste todas las cosas en sujeción bajo sus pies. Porque al sujetar todas las cosas a él, no dejó nada que no fuera sujeto a él. Pero ahora no vemos aun todas las cosas sujetas a él.”

 

Y ¿Por qué? ¡Porque para poder poner todo en sujeción a nosotros, tenemos que ser seres espirituales! Para poder tener esta clase de vida y autoridad, tenemos que ser perfeccionados a través del plan de salvación y de la resurrección de los muertos.

 

Pero mientras tanto, verso 9: “vemos a Jesús, Quien fue hecho un poco menor que los ángeles, coronado con gloria y honor a cuenta de sufrir la muerte, para que por la gracia de Dios Él mismo pudiera probar la muerte por todos.” Lo que Dios hizo fue algo increíble.

 

Verso 10: “Porque era apropiado para Él, para Quien todas las cosas fueron creadas, y por Quien todas las cosas existen, traer muchos hijos a la gloria, para hacer al Autor de su salvación perfecto a través de sufrimientos.” Ya leímos esos sufrimientos. 

 

Recuerden esto cuando lleguemos a la Pascua. Entiendan lo que están haciendo. Entiendan lo tremendamente importante que es:

 

·             Arrepentirnos

·             Entender lo que Dios ha hecho

·             Tener fe en la sangre derramada de Jesucristo

·             Tener fe en el sacrificio de Jesucristo

·             Tener fe en Su muerte y en Su resurrección

·             Tener fe en el recibimiento del Espíritu Santo de Dios ¡para que también podamos vencer!

 

Miren lo que Dios está haciendo, verso 11: “Porque ambos, Quien está santificando y aquellos que son santificados son todos de Uno; por tal causa Él no está avergonzado de llamarlos hermanos, Diciendo, ‘Declararé Tu nombre a Mis hermanos; en medio de la iglesia cantaré alabanza a Ti.’” (versos 11-12). ‘En medio de la Iglesia,’ ahí es donde aprendemos de Dios:

 

·             Con Su Espíritu en nosotros

·             Con Su Palabra frente a nosotros

·             Guardando Sus mandamientos

·             Guardando Su Sábado y Sus Días Santos

 

La Pascua es una conmemoración de la muerte de Jesucristo en la carne, para salvarnos de nuestros pecados y mantener nuestra esperanza y oportunidad de tener vida eterna.

 

Miren cómo Pablo va citando Escritura tras Escritura, verso 13: “Y nuevamente, ‘Estaré confiando en Él.’ Y de nuevo, ‘He aquí, Yo y los hijos que Dios Me ha dado.’” Jesucristo mismo dirá estas palabras cuando seamos presentados ante el trono de Dios el Padre en la resurrección, ‘He aquí, Yo y los hijos que Me has dado.’  

 

¡Va a ser un momento fantástico! Todo el sufrimiento, la agonía, y las cosas por las que tuvo que pasar Jesucristo—así como todos aquellos que sufran como Cristianos en cualquier forma, por cualquier medio, y en cualquier circunstancia auspiciada por Satanás—serán como un pensamiento que desaparece. 

 

Verso 14: “Por tanto, dado que los hijos son participes de carne y sangre, en la misma manera Él también tomó parte en la misma, para que a través de la muerte Él pudiera anular a quien tiene el poder de la muerte—eso es, el diablo.” Y anular todo lo que Satanás ha hecho vine por medio de:

 

·             Arrepentimiento

·             Bautismo

·             Perdón

·             El Espíritu Santo de Dios

 

Verso 15: “Y pudiera librar a aquellos que estaban sujetos a esclavitud a lo largo de sus vidas por su temor de la muerte. Porque ciertamente, Él no la está tomando sobre Sí mismo para ayudar a los ángeles; sino Él la está tomando sobre Sí mismo para ayudar a la semilla de Abraham” (Versos 15-16) — ¡A la semilla espiritual de Abraham!

 

Eso fue lo que Pablo escribió: ‘Si son de Cristo entonces son la semilla de Abraham—y herederos según la promesa’ – la promesa de la vida eterna. Ahora, esta promesa no es sólo para los hijos físicos de Israel, sino para todos aquellos a quienes Dios llame sin importar nuestra nacionalidad o nuestra herencia física.

 

Verso 17: “Por esta razón, fue obligatorio para Él ser hecho como Sus hermanos en todo para que pudiera ser un Sumo Sacerdote misericordioso y fiel en cosas pertinentes a Dios, para hacer propiciación por los pecados de la gente. Porque Él mismo ha sufrido, habiendo sido tentado en la misma manera, Él es capaz de ayudar a aquellos que están siendo tentados” (versos 17-18).

 

Entonces, esto que acabamos de leer es sólo un destello de lo que Cristo tuvo que pasar… y de cómo Satanás siempre estuvo tratando de atraparlo en algo. Vean lo difícil que fue para Él cargar la ‘ley del pecado y muerte’ en Su propio cuerpo, y aun así nunca pecar. Vean lo difícil que fue para Él ser tentado tan poderosamente, y tener que soportar la crucifixión cuando Satanás quiso destruirlo para siempre.

 

Hebreos 5:7: “Quien, en los días de Su carne, ofreció oraciones y suplicas con fuerte lamento y lágrimas a Quien era capaz de salvarlo de la muerte, y fue oído porque temió a Dios.” Esto debería:

 

·             Darnos fuerza

·             Darnos Esperanza

·             Ayudarnos a apreciar el amor de Dios en todas las maneras que Dios nos lo ha mostrado

·             Ayudarnos a entender que Él ha tomado la depravación de la naturaleza humana y nos ha:

ü   Perdonado

ü   Dado de Su Espíritu

ü   Dado de Su poder

 

…para que cambiemos, venzamos, y crezcamos en gracia y en conocimiento para servir a Dios; para  esperar esa resurrección que Él ha hecho posible.

 

Verso 8: “Aunque fue un Hijo, aun así aprendió obediencia de las cosas que sufrió; Y habiendo sido perfeccionado…” (Versos 1-9). ¡Sí! Dios es perfecto, pero fue perfeccionado aún más por las cosas que tuvo que pasar.

 

“…Y habiendo sido perfeccionado; llegó a ser el Autor de la salvación eterna para todos aquellos que Lo obedecen” (verso 9). Por eso la Palabra de Dios es personificada por Cristo. Por eso oramos y estudiamos todos los días, para que Dios:

 

·             pueda corregirnos

·             pueda guiarnos

·             pueda ayudarnos

·             pueda abrir nuestra mente

 

…y que podamos saber lo que Jesús tuvo que pasar para hacer posible todo esto.

 

Hebreos 4:12: “Porque la Palabra de Dios es viva y poderosa, y más afilada que cualquier espada de dos filos, penetrando incluso a los pedazos divididos de alma y espíritu, de coyunturas y médula, y es capaz de discernir los pensamientos e intenciones del corazón.” Ningún otro libro puede hacer esto; ningún otro escrito puede hacer esto. ¡La Palabra de Dios es viva y poderosa!

 

Verso 13: “Y no hay una cosa creada que no sea manifiesta a Su vista; pero todas las cosas están desnudas y descubiertas delante de Sus ojos a Quien debemos dar cuenta. Teniendo por lo tanto un gran Sumo Sacerdote, Quien ha pasado a los cielos, Jesús el Hijo de Dios, deberíamos sujetar firme la confesión de nuestra fe. Porque no tenemos un Sumo Sacerdote que no pueda empatizar con nuestras debilidades, sino uno Quien fue tentado en todas las cosas de acuerdo a la semejanza de nuestras propias tentaciones; aunque Él fue sin pecado” (versos 13-15).

 

Por eso debemos tener la fe, la esperanza, y el amor de Dios. Por eso celebramos la Pascua y la Fiesta de los Panes Sin Levadura cada año—para ser renovados. Los seres humanos necesitamos ser renovados por causa de nuestra misma existencia; y nuestra mente es renovada con el Espíritu Santo de Dios a través de Su Palabra.

 

Verso 16: “Por lo tanto, deberíamos venir con audacia al trono de gracia, para que podamos recibir misericordia y encontrar gracia para ayuda en tiempo de necesidad.”

 

Incluso al momento de morir en la cruz, Jesús actuó como Sumo Sacerdote. Así es, todo estaba sucediendo según el plan de Dios sin que ellos lo supieran, y nunca se dieron cuenta de que Satanás estaba detrás de todo esto. Así que lo primero que dijo Jesús cuando estuvo en la cruz fue lo siguiente:

 

Siete Dichos de Cristo cuando estuvo en la Cruz

 

Lucas 23:34: “Entonces Jesús dijo, ‘Padre, [#1] perdónalos, porque no saben lo que están haciendo’…” Jesús pidió por las mismas personas que lo asesinaron, y por las mismas personas que estaban bajo el poder de Satanás para hacerle esto. Por eso se nos dice que nos acerquemos con audacia al trono de gracia—para que podamos recibir perdón.

 

Ahora veamos el segundo dicho. El primero fue perdónalos, y el segundo fue una promesa para uno de los malhechores:

 

Verso 43: “Y Jesús le dijo, ‘Verdaderamente, hoy Te digo, [#2] estarás Conmigo en el paraíso.’” No voy a explicar esto porque eso nos desviaría de lo que estamos hablando.

 

En Juan 19:26 encontramos el tercer dicho, en el cual Jesús honró a Su madre.

 

Juan 19:26: “Cuando Jesús vio a Su madre, y al discípulo a quien Él amaba estando presentes, Él le dijo a Su madre, [#3] ‘Mujer, he aquí tu hijo.’ Luego Él le dijo al discípulo, [#4] ‘He aquí tu madre.’ Y desde ese tiempo, el discípulo la tuvo en su propia casa” (versos 26-27). Aún en la agonía Jesús cuidó y honró a Su madre—quien para entonces ya había quedado viuda y estaba desconsolada por verlo morir.

 

Ahora veamos otra de las cosas que Cristo experimentó, y la forma en que lo experimentó: Mateo 27:46: “Y cerca de la hora novena, Jesús gritó con una fuerte voz, diciendo, [#5] ‘¿Eli, Eli, lama sabachthani? Esto es, ‘Mi Dios, Mi Dios, ¿por qué Me has abandonado?’”

 

Jesucristo tuvo que llegar a un punto al que muchas personas llegan en sus vidas; esto es, que a nadie le importan y nadie las entiende. Llegan a un punto en el que están completamente confundidas, y Jesús tuvo que experimentar esto para poder purgar nuestros pecados por Sí mismo.

 

Lucas 23:46: “Y tras gritar con fuerte voz, Jesús dijo, [#6] ‘Padre, en Tus manos encomiendo Mi espíritu’…” –Su Espíritu volvió a Dios, Quien volvió a ponerlo en Su cuerpo después del tercer día en el sepulcro. Recuerden que durante ese período de tiempo, el cuerpo de Jesucristo no vio corrupción.

 

En Juan 19 veremos el último de los dichos de Jesús estando en la cruz—pero lo más increíble es que estos habían sido predichos desde mucho antes. ¿No es sombroso? ¡Qué testimonio! 

 

Juan 19:30: “Y así, cuando Jesús había recibido el vinagre, dijo, [#7] ‘Está terminado. E inclinando Su cabeza, rindió Su espíritu.” ¡Increíble! Qué alivio debe haber sido Él.

 

Jesucristo tuvo que pasar por todo esto para poder ser el sacrificio perfecto por los pecados del mundo. Tuvo que pasar por esto para poder ser el Sumo Sacerdote perfecto en misericordia, perdón, bondad, y amor.

 

Por eso el Nuevo Testamento está escrito en epístolas— ¡Porque son cartas de Dios para nosotros!

 

La vida de Jesús fue la única que pudo redimir a los seres humanos porque:

 

1.           Él es el creador de todos nosotros

2.           Él fue engendrado divinamente por Dios el Padre

3.           Él fue Dios manifestado en la carne

4.           Él fue único el ser humano en vivir Su vida entera según la voluntad de Dios

5.           Él fue el único ser humano que nunca pecó

6.           Él fue el único ser humano que nunca cedió ante ninguna tentación en la carne ni ante Satanás

7.           Él fue el único ser humano en no caer bajo la pena de muerte por Sus propios pecados, sino en la pena de muerte por los pecados del mundo.

 

¡Entendámoslo hermanos!

 

Quisiera concluir este sermón leyéndoles una parte de Una Armonía de los Evangelios, que se encuentra en la página 255, (Tercera edición, pasta dura):

 

Sólo la sangre preciosa del Cordero de Dios podía expiar por todos los pecados humanos. La muerte de Dios en la carne fue perfecta y completa como sacrificio y como expiación, porque Su vida en la carne abarcó el alcance completo de la experiencia humana. A nivel humano, Él sufrió todo tipo de tentaciones. Sufrió las más viles de las humillaciones humanas y las torturas más atroces, soportando golpizas violentas, flagelación, crucifixión, y la vergüenza de ejecución pública. Sufrió el rechazo de Su propio pueblo, e injusticia a manos de las autoridades religiosas y civiles. Fue víctima de conveniencia política e hipocresía religiosa. Él lo venció todo; obtuvo la victoria total sobre Satanás el diablo y los impulsos de la carne, por medio de Su amor y obediencia perfectos hacia Dios el Padre. El sacrificio de Su vida perfecta abrió el camino para que toda la humanidad pudiera recibir salvación a través de la fe en Jesucristo: “Porque Dios amó tanto al mundo, que dio Su único Hijo engendrado, para que todo el que crea en Él no pueda morir, sino pueda tener vida eterna. Porque Dios no envió a Su hijo al mundo para que pudiera juzgar al mundo, sino para que el mundo pudiera ser salvo a través de Él.” (Juan 3:16-17).

 

¡Ese es el significado de la Pascua!

 

Referencias Bíblicas:

                  

1)           Salmos 49:1-4

2)           Lucas 4:1-13

3)           Lucas 22:1-6

4)           Juan 13:1-2, 13-17

5)           Lucas 22:31, 33-37, 39-53

6)           Mateo 27:1-4, 6, 5

7)           Juan 10: 14-18

8)           Isaías 53:1-11

9)           Isaías 52:14-15

10)       Isaías 53:11-12

11)       Salmos 22:1-2, 5-23

12)       Hebreos 1:1-9

13)       Hebreos 2:5-18

14)       Hebreos 5:7-9

15)       Hebreos 4:12-16

16)       Lucas 23:34, 43

17)       Juan 19:26-27

18)       Mateo 27:46

19)       Lucas 23:46

20)       Juan 19:30

 

Escrituras no citadas:

 

·             Isaías 50

·             Mateo 2

·             Juan 8

·             I Juan 2:4

 

También citados:

 

·             Series de Sermones: Hebreos

·             Libro: Una Armonía de los Evangelios por Fred R. Coulter

 

 

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